La ilusión por un buen Pes sigue intacta en nuestros corazones.
“Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza de un hombre: no todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido.”
Otra temporada más, estamos aquí. Hemos tenido tiempo para coger carrerilla, mientras aletargados en la más oscura de las penumbras, trazábamos con nuestras injurias e improperios un futuro mejor para PES. Para nosotros. Para ti. Para mí.
Tened dos cosas claras en la vida. El mayor de los poderes es la convicción. Cree que será capaz, siéntelo, júrate que será real. Y al menos, en el camino de creerlo, habremos disfrutado de lo que siendo un sueño, es real, pues los sueños, si bien sueños son, también son reales. El que no sueña, es el que no se enriquece ni tan siquiera con ello.
La segunda cosa a tener en cuenta en la vida, son los sentimientos. Con ellos podremos mover montañas. Hasta podríamos movernos a nosotros mismos.
Las personas que amamos la saga PES, antaño International Soccer, Iss Pro Evolution o Pro Evolution, pecamos de ser generosos en sentimiento. Tal vez ciegos por lo que un día PES fue en nuestra infancia, nos comprometemos anualmente a sufrir en su devenir. Ya puede ser épica la torta que nos den en Septiembre, que en Junio estamos con el testigo en mitad de la pista para una carrera de fondo sin final.
Son ya muchas las tortas que hemos recibido. Tal vez la primera fue allá por el año 2008. Contad hasta el año 2014 las tortas que nos hemos devorado a dos carrillos. Abofeteados y empotrados contra el frío alféizar de la ventana de nuestra habitación, hemos oteado el horizonte más glorioso para Pes. “No puede ser tan difícil hacer un juego brillante”.
Y estoy convencido, de que la masa que arropa a Pes tiene la llave para el éxito. Sabemos en qué falla el juego. Qué es lo que necesita. Y lo peor de todo, es que durante estos años, los errores más graves, no han sido cuestión de dinero. Se trataba de cariño. De mimo. De sentimiento, que por desgracia no han tenido. Ellos perdieron la ilusión. Pero nosotros aún no.
De ese sentimiento derrochamos por los cuatro costados. Esa constancia y sentimiento hacia ellos, no se ha visto compensada. Se aguantó varios años. Pero la cuerda se quebró. Y la saga se tambaleó tanto, que hoy no sabemos si saldrá a flote.
¿Por qué en cambio, la llama Pes sigue viva? Porque el corazón palpitante de cada una de nuestras infancias es difícil de apagar. Siembra una semilla en el corazón latente de un crío y germinará en un sentimiento eterno.
Nuestra cordura y madurez, nos ha hecho tomar decisiones. Hemos dejado de comprar Pes. Hemos dejado de darle parte de nuestro apoyo. Pero lo que nunca hemos dejado de hacer, ni en el momento más crudo de la saga, ha sido de creer. Porque no somos capaces de comprender que lo que un día fue tan grande, hoy no pueda llegar a serlo. Porque nosotros no hemos cambiado. Somos los mismos niños inquietos de cada Junio, esperando el bofetón bueno, el de verdad. El que nos vuele los sentidos y nos haga volar nuevamente. Eso no lo vamos a perder, por mucho que compremos otros videojuegos. Por mucho que le deseemos dolor eterno a Pes, nunca podremos apagar la llama que en nuestra infancia nos prendieron a fuego.
Decir 500 veces odio Pes no nos hace odiar a Pes. Pensar que Konami nunca encontrará la llave de la excelencia 500 veces no nos hace pensar que la llave no exista.
Os prometo que para que esto salga adelante es necesario que las dos partes se compenetren. Y por más tortazos que nos llevemos, cuando vuelva, estaremos de pie para darle todo ese sentimiento que tal vez nos llevamos 8 años guardando.
Y si al final resulta ser otra mentira más, otro desengaño, yo me sentiré agradecido nuevamente. Porque la vida no se disfruta en el durante.
La vida es previo, durante y post. El post lo llevamos disfrutando desde que cuando éramos más chicos que las ventas de hoy de Pes, jugábamos a Iss Pro Evolution. El previo, lo disfrutamos cada año de Junio a Septiembre. Que no, que no es lo mismo, pero qué queréis que os diga, yo he disfrutado más del previo que de otros juegos en el durante.
Levantarme cada mañana y pensar en qué novedades aparecerán. Analizaré una simple fotografía durante minutos. Y eso, me hará saborear la vida. Bebérmela a sorbos.
Saldrá información. Videos. Imágenes. Nos venderán panfletos de Hype envasado. Y sin jugarlo, estaré disfrutando tanto como el perro de Pávlov disfrutaba del trozo de comida antes de ingerirlo. ¿Qué os pensáis, que cuando reserváis un restaurante para ir a cenar, solamente disfrutáis de la cena? El disfrute empieza en el momento en el que decidimos ir a cenar. En el momento que reservamos el restaurante. Que nos vestimos de gala para conquistar a esa mujer que nos vuelve locos. Salivando antes de que nos traigan el entrecot. Ha llegado el momento en el que el camarero trae el primer plato, y sin haber probado bocado, ya hemos disfrutado terriblemente del momento. Del previo.
Así pues, aunque Pes 2016 haga añicos mis recién alicatados sentimientos, disfrutaré por haber tenido tres o cuatro maravillosos meses creyendo en lo que pudo ser y no fue. En lo que todos nosotros soñamos y finalmente no pudo ser.
El que no quiera disfrutar del viaje, está a tiempo de desembarcar, pero amigos, yo estoy dentro, y pase lo que pase, la grandeza de este nuevo viaje no me la quitará nada ni nadie. Soñemos nuevamente, pues si la torta es grande, el gozo del previo habrá sido mayor, y sonreiré por comprender que las mejores cosas en la vida, no se logran con dinero; se logran con ilusión. Y porque como decía Woodrow Wilson, crecemos en grandeza a través de sueños. Todos los grandes hombres son soñadores. Ven cosas en la suave neblina de un día de primavera o en el rojo fuego de una larga tarde de invierno. Algunos de nosotros dejamos que estos grandes sueños mueran, pero otros los alimentan y protegen; los cuidan a través de malos días hasta que los traen al calor del sol y la luz que siempre viene a aquellos quienes sinceramente esperan que sus sueños se hagan realidad.
Carlos González Bravo (KurosakiCarlos)
gamepong.es